Historia de las setas alucinógenas

Historia de las setas alucinógenas

El conocimiento que el hombre tiene de las propiedades alucinógenas de estas setas se remonta a nuestros ancestros. Nadie sabe con seguridad cuando se comenzó a consumir setas alucinógenas, el periodo más reciente conocido es el de las tribus Inca y Maya aunque su consumo podría ser tan viejo como la humanidad.

Estas tribus usaban los hongos alucinógenos para la curación y ceremonias espirituales y religiosas. No sabemos para qué heridas, enfermedades o infecciones se habrían usado. Algunos científicos incluso creen que usaron los hongos alucinógenos para curar enfermedades mentales. Hace sólo unos años, nuestra medicina moderna rescató otra vez estos hongos psicodélicos. Hay estudios que prueban una influencia muy positiva en personas con trastornos depresivos. En las ceremonias espirituales, las setas alucinógenas se usaban para entrar en contacto con sus dioses o el más allá, como una forma de escuchar las voces de sus dioses durante los rituales religiosos. El desarrollo de la cultura Inca todavía se remonta a la edad de piedra pero ya habían conseguido un conocimiento enorme sobre los astros, agricultura, artes marciales, sistemas de riego y mucho más.

El consumo tradicional de los hongos alucinógenos se ha encontrado, principalmente, en América y en unas pocas regiones de Asia. En Europa el consumo comenzó en el siglo XX a través de la generación hippy.

Setas alucinógenas

Terence McKenna era un científico bien conocido en la era hippy. Estudió durante tres décadas los fundamentos ontológicos del chamanismo y la etno-farmacología de la transformación espiritual. Tras graduarse en Ecología, Conservación de los Recursos y Chamanismo por la universidad de Berkeley, California, viajó extensivamente por las regiones tropicales de Asia y América, investigando exhaustivamente los fenómenos chamánicos y la etno-medicina de la cuenca del Amazonas. Terence McKenna publicó más de una decena de libros. La cepa Psylocibe Cubensis McKenna toma su nombre de él.

El último y gran consumo cultural de hongos psicodélicos fue en tribus Indias que vivieron en América antes de que tomaran el control los europeos. En la mayoría de los casos también fueron consumidos en ceremonias religiosas, una gran parte de estos nativos los consumían para hablar con personas en el más allá, como los abuelos, o para obtener apoyo de sus espíritus y dioses.


Cuando la civilización moderna empezó su investigación en la mescalina en el siglo XX la difusión de otros psicodélicos como el hongo alucinógeno crecieron a la vez. La gente empezó a querer más psicodélicos porque cada uno tiene sus características únicas en cuanto a sus efectos psicodélicos. Desde esos días, el uso de hongos alucinógenos no volvió a desaparecer.