Secado y conservación de las setas mágicas

Secado y conservación de las setas mágicas

Para conservar la potencia, durante el mayor tiempo posible, después de la cosecha de nuestras setas alucinógenas es aconsejable realizar el proceso de secado y conservación de las setas. Los principales factores que provocan la pérdida de potencia de las setas son el aire, la luz y la temperatura. Estos tres factores provocan la degradación de los principios activos de los hongos.

Para realizar un buen secado el proceso debe hacerse lo más rápidamente posible, en la oscuridad y evitando la utilización de cualquier fuente de calor para acelerar el proceso. El preferible aumentar el flujo de aire en lugar de la temperatura. Para secar hongos pequeños podemos extender las setas sobre papel de periódico evitando el contacto entre ellas. El tiempo de secado, dependerá del grado de humedad de las setas y del lugar elegido para realizar el proceso de secado, pero suele ser entre 24 y 48 horas. Para las setas más grandes puede usarse una rejilla metálica o plástica. Los hongos deben secarse enteros para evitar la oxidación de los mismos.

En aquellas zonas en las que la humedad ambiental impide el correcto secado de las setas, puede utilizarse un desecante como el gel de sílice. Para ello se coloca una capa de gel de sílice entre hojas de periódico, se colocan las setas encima y se envuelve todo en una bolsa de plástico y se cierra todo. El gel de sílice nunca debe entrar en contacto directo con las setas ya que se fragmenta en pequeños cristales que podrían ser ingeridos.

Una vez secos, antes del proceso de conservación, hay que limpiar la base de las setas de restos de tierra o sustrato. La mejor forma de conservarlos consiste en envasarlos al vacío y meterlos en el congelador. Si no disponemos de máquina para envasar al vacío, podemos guardarlos en un bote hermético en un lugar fresco y oscuro.