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Microdosis psilocibina

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Descubre cosas que no sabías sobre setas las mágicas

Descubre cosas que no sabías sobre setas las mágicas

A simple vista las setas Psilocybe cubensis no parecen tener nada de mágico. No son como la Amanita muscaria que tienen un aspecto tentador y enigmático. Pero todos aquellos que las han probado saben de sus famosos poderes mágicos.

La Psilocybe cubensis contiene psilocibina y psilocina, que son las sustancias causantes de los efectos alucinógenos en el cerebro. Pero esto no es todo, estas sustancias tienen muchas más propiedades.

Las setas hiperconectan el cerebro

Según un estudio de los investigadores del King College la psilocibina aumenta la conectividad del cerebro. En su estudio sometieron a 15 voluntarios a una exploración del cerebro mediante resonancias magnéticas después de suministrarles una dosis de psilocibina. Los mapas de conectividad cerebrales mostraron que el cerebro sincroniza la actividad entre las áreas que no se conectan normalmente. Esta alteración en la actividad podría explicar el estado de ensueño que experimentan los consumidores de setas alucinógenas.

Disminuyen el ritmo del cerebro

Las setas mágicas actúan de otra manera extraña en el cerebro. La psilocibina se une a los receptores del neurotransmisor de la serotonina. Aunque no está del todo claro cómo afecta esta unión al cerebro hay estudios que afirman que tiene efectos relacionados con la comunicación además del aumento de sincronicidad.

En un estudio, las imágenes del cerebro de los voluntarios que tomaron la psilocibina revelado disminución de la actividad en las zonas de transferencia de información, tales como el tálamo, una estructura profunda en el centro del cerebro. Disminuir la velocidad de la actividad en áreas como el tálamo puede permitir que la información viaje más libremente por todo el cerebro, debido a que la región es un portero que suele limitar conexiones, según los investigadores del Imperial College de Londres.

Las setas mágicas están presentes desde la edad antigüa

Los países centroamericanos fueron los primeros en utilizar los hongos mágicos en sus rituales. Pero hay documentos que aseguran que ya en el arte rupestre del Sahara, hace unos nueve mil años, ya se representaban figuras de hongos alucinógenos. Estas pinturas mostraban figuras enmascaradas que sostenían hongos. Otro dibujos muestran setas colocadas detrás de figuras antropomórficas.

Las setas mágicas pueden hacernos mejor personas

Los psicólogos dicen que pocas cosas pueden alterar realmente la personalidad de alguien en la edad adulta, pero los hongos mágicos sí pueden hacerlo.

Un estudio de 2011 encontró que después de una dosis de psilocibina, la gente se hizo más abierta a nuevas experiencias durante al menos 14 meses, un cambio sorprendentemente estable.

La razón del cambio parece ser el efecto de la psilocibina en las emociones. La gente describe los viajes de hongos como una experiencia extremadamente profundas, y reportan sentimientos de alegría y conexión con los demás y con el mundo que les rodea.

Setas mágicas para superar el miedo

Otro efecto de la psilocibina es la eliminación del miedo. Un estudio de 2013 en ratones encontró que cuando se les dosificaba psilocibina, los animales se volvieron menos sensibles cuando oyeran un ruido que habían aprendido a asociar con una descarga eléctrica dolorosa.

Los ratones recibieron una dosis baja de la psilocibina, y los investigadores dijeron que esperan que este estudio en animales inspire a trabajar más sobre la manera de utilizar las setas para tratar problemas de salud mental en las personas. Por ejemplo, pequeñas dosis de psilocibina podrían explorarse como una manera para tratar el trastorno de estrés post-traumático, señalaron los investigadores.

Las setas producen viento para reproducirse

Al igual que otros hongos, setas reproducen mediante esporas, que viajan con la brisa para encontrar un nuevo lugar donde crecer.

Pero las setas a menudo viven en áreas protegidas donde el viento no sopla. Para resolver el problema de la difusión de sus esporas, algunos hongos crean su propio viento. Para ello, los hongos aumentan la tasa de agua que se evapora de la superficie, colocando vapor de agua en el aire a su alrededor. Este vapor de agua, junto con el aire fresco creado por evaporación, trabaja para levantar esporas. En conjunto, estas dos fuerzas pueden levantar las esporas hasta 4 pulgadas (10 centímetros) por encima de la seta.